Todo pasa... Después de la piscina de bajo consumo --la coyuntura obliga-- es turno de que el spa se gane un puesto de honor en materia de ecología y economía. Se trata de una evolución que ocurre paulatinamente, sin afectar al confort y al bienestar. Es prueba de que un artículo de lujo por naturaleza puede tener también sus virtudes.
En el salón de Lyon pudimos ver muchas y buenas ideas para mejorarlo. Si bien no hay innovaciones importantes, hay que reconocer que todo lo que hasta ahora era marginal tiende a convertirse en estándar. Esto aplica a todos los equipos técnicos, pero no solo a estos. Este es el panorama de los cambios --y por tanto, de los argumentos de venta-- que habrá que tener en cuenta.
1er objetivo: reducir el consumo
Consumo energético
¿Cuál es el consumo de un spa? Es difícil calcularlo con exactitud ya que depende de su tamaño (los mayores admiten cerca de 2000 litros), su ubicación (interior o exterior y zona geográfica) y su empleo (todo el año o unos meses, frecuencia de uso: a mayor frecuencia, mayor renovación de agua, más productos químicos y más calentamiento del agua)...
Halfmoon de la marca Netspa de Poolstar: un spa compacto que puede pasar por el marco de una puerta y que se instala con rapidez gracias a su sistema plug & play y una toma de diferencial seguro.
En resumen, para los fabricantes o los especialistas en energía, estos son los resultados:
- Un estudio reciente (enero de 2023), llevado a cabo por expertise-energie.fr, determina que un spa para 4 personas consume entre 2 500 y 7 500 kWh al año. Es un intervalo muy amplio... Teniendo en cuenta que 1 kWh cuesta de media 0,20 EUR desde el último aumento de precios de febrero, representa un coste anual entre 500 y 1500 EUR, es decir, entre 1,40 y 4,10 EUR diarios.
- Desde el punto de vista de energie-environnement.ch, sitio web suizo como su nombre indica, se cita el mismo intervalo anual --de 2500 a 7500 kWh. Hay que indicar que, en ciertos cantones de este país, no se permite calentar el agua con resistencia eléctrica: solo se permiten bombas de calor, captores solares u otras energías renovables.
- Otros agentes del mercado europeo ofrecen las mismas estimaciones, incluso cuando los fabricantes o distribuidores no recalcan el consumo, como es habitual en el sector de las piscinas.
Llegados a este punto, hay que confesar que preocuparse del coste de explotación de los spas no ha sido nunca una prioridad. Como en el caso de las saunas, a menudo se calculaba 1 EUR diario, pero sin un fundamento real.
En la actualidad, el discurso es diferente: si, tal y como estamos viendo, inflación y crisis pueden hacer que el cliente de clase media --con un presupuesto debilitado-- se replantee la compra de un spa, ecología y conservación del medioambiente es cosa de todos, sin que sea necesario citar ningún tipo de coste económico.
Ante esta constatación, es de obligado cumplimiento que el spa sea un equipamiento sin tacha y que no se preste a críticas. La mejor manera de conseguirlo es la comunicación, la mejora de sus componentes técnicos y el asesoramiento a sus usuarios sobre las mejores prácticas.
Algunos proponen una herramienta para el cálculo de costes de un funcionamiento personalizado en el que intervienen diferentes variables.
Se pasa a un calentamiento con bomba de calor y se refuerza el aislamiento.
Incluso con bombas de filtración y masaje, sopladores y otros dispositivos eléctricos (mando, iluminación, gestión, etc.) que consumen energía, el sistema de calentamiento sigue constituyendo la esencia del consumo eléctrico.
Inicialmente, el calentador eléctrico era el rey. Y con razón ya que es eficaz al aumentar con rapidez la temperatura, sencillo de integrar bajo el revestimiento por su escaso volumen y no da sorpresas desagradables. Debido a esta última cualidad, hay que precisar que el coeficiente de rendimiento es igual todo el año, incluso si no es lo más deseable, porque por cada kilovatio hora eléctrico consumido,... solo se restituye uno.
La caja SAVVY de Warmpac permite optimizar la instalación de la calefacción del spa y conseguir ahorros energéticos. Este aparato inteligente combina varios modos de calefacción para el spa, con el fin de reducir su consumo energético y optimizar el consumo eléctrico. Hay tres formas posibles de calentar el spa: manual, a través de un botón LED, mediante conexión Bluetooh, o por wifi, gracias a una aplicación de gestión a distancia del conjunto de funcionalidades del producto.
Mientras que las piscinas pasaron a utilizar bombas de calor hace ya varios años, el spa se ha tomado su tiempo. La evidencia demostraba que la situación era diferente. Con volúmenes de agua mucho menores, los costes en que se incurría eran poco notables. Teniendo en cuenta las circunstancias actuales, todo ha cambiado y el consumo es, ahora, selectivo. Citaremos solo la directiva sobre ecodiseño (UE) 2019/1781 que introduce, desde el 1 de julio de 2021, nuevos requisitos vinculantes en materia de eficacia energética para los motores de inducción y, por primera vez, para los controles electrónicos de motores --como los variadores de frecuencia-- a la vez que elimina ciertas excepciones en vigor hasta este momento.
En resumen, para nuestro sector y en particular para los spas, el objetivo es el modo de calentamiento. Hace ya unos años apareció la bomba de calor. La dificultad, por supuesto, era poder integrar este equipo (más voluminoso que los calentadores). La instalación separada con derivación prevalecía hasta la ingeniosa idea de los fabricantes de colocar cerca una bomba de calor para evitar cualquier pérdida, con un diseño silencioso, discreto y de poco volumen. El mejor ejemplo, la Stpio de Polytronic, presentada en el último salón de la piscina de Lyon.
La clave de una bomba de calor para spa: saber la ubicación correcta y cómo disimularla. Con Stepio de Polytropic, todo queda resuelto: la bomba se coloca muy cerca, para evitar fugas de calor y es invisible bajo la escalera de acceso al spa. Además, es silenciosa, muy eficaz (COP de hasta 5,2) y está conectada.
Sigue siendo posible, no obstante, combinar ambos sistemas de calentamiento utilizando el calentador eléctrico exclusivamente para aumentar con rapidez la temperatura en caso de necesidad.
Y solo quedaría conservar este precioso calor. De igual manera que ocurre con un edificio o una piscina, el aislamiento es el método más aconsejado. Sabiendo que la mayor parte del calor se escapa por la superficie, hay que mejorar el cobertor (con los criterios de espesor y composición de materiales).
Cada vez más fabricantes apuestan también por un aislamiento generalizado del vaso, pero también por ciertos trucos. Por ejemplo, sabiendo que la inyección de burbujas con el soplador enfría el agua (en especial, en invierno), un diseño que conduzca el aire a través de ciertos equipos técnicos con el fin de recuperar el calor (gratis) puede permitir un precalentamiento que permita al mismo tiempo ahorrar y proporcionar confort a los usuarios.
Spa Lounge iN de USSPA
Tratamiento: el bromo marca el ritmo
En un spa, el bromo era como el calentador eléctrico: imprescindible. Luego, los tratamientos evolucionaron paulatinamente hacia soluciones que se combinaban con el oxígeno activo, el ozono, los UV,... Esta tendencia se afirma en razón de los recientes aumentos de precio del bromo.
Los ozonificadores, que reducen cualquier tasa de desinfectante, se ofrecen tanto de serie como opcionales. Los UV integrados también están en el catálogo de algunos fabricantes.
Nephea Spa de CF Group integra un tratamiento por ozonificador y una lámpara de rayos UV para facilitar el mantenimiento y una calidad del agua sin tacha.
2o objetivo: fabricar en Europa para reducir la huella de carbono
Los spas, históricamente fabricados en Ultramar y luego en Asia para algunas marcas, regresan a Europa desde hace ya algunos años para fabricarse, al menos, en lo que se refiere a su montaje.
«Fabriqué en France» se ha convertido en un argumento comercial adicional, que algunos desaprovechan, ya que a menudo solo un modelo se construye realmente en Francia y el resto de la gama se importa de Asia.
Fabricada en Europa y distribuida en exclusiva por SCP, la gama de spas Week-end se ha diseñado para un uso simple pero conservando su eficacia. Estos spas disponen de iluminación led para marcar la línea del agua (de 10 a 16 puntos de luz según el modelo) y de un tratamiento automático del agua (por ozono o UV).
La tendencia es irreversible, empujada por los costes logísticos, demasiado altos cuando la fabricación está lejos del mercado. Por supuesto, las láminas de acrílico Lucite y los equipamientos técnicos Balboa, por ejemplo, siguen fabricándose en Estados Unidos. Pero el diseño de los moldes para los vasos y el montaje de los equipamientos seleccionados siguen siendo europeos o franceses.
En Wellis, por ejemplo, marca húngara creada en 2003, la producción de piscinas y spas se realiza en una superficie total de 18000 m² y da empleo a 400 personas. Desde diciembre de 2015, un espacio de producción de 10 000 m² acoge una maquinaria de producción ultramoderna. Es un desarrollo que manifiesta claramente el anclaje del fabricante a su país.
La nueva gama de spas Wellis anuncia nuevas soluciones y un nuevo sistema de aislamiento con el fin de ahorrar energía. El consumo energético se ha reducido sensiblemente pasando, en un modelo de 5 personas, de 5 a 2,9 kWh diarios.
3er objetivo: aconsejar sobre el uso
- Insistir en la instalación
Protegido del viento, en una ubicación que no sea solo agradable para su disfrute sino también protegida de las inclemencias del tiempo para evitar el enfriamiento y la evaporación. - Imponer un cobertor cuando no se utilice
el spa 3/4 del calor se escapan por la superficie. Recordar todos los intereses del cobertor: reducción de la fuga de calorías y la evaporación o protección de la masa y de la calidad del agua. - Dar importancia al mantenimiento
Los propietarios de un spa deben estar convencidos de los beneficios de un mantenimiento atento y periódico: limpieza de filtros, supervisión del pH y del tratamiento. Un agua desequilibrada perturba el intercambio térmico con los elementos calentadores, un filtro sucio frena la circulación del agua y requiere esfuerzos mayores en las bombas. - Reducir el uso
Evidente pero inteligente. Una buena planificación del uso (que podría asimilarse a la programación de la calefacción de una vivienda) generará un ahorro importante. Pero cuidado de no caer en el exceso. En realidad, apagar el spa no tiene por qué ser provechoso ya que volver a calentar el agua que se enfría a la temperatura predefinida requiere mucha más energía, mientras que mantener el agua a una temperatura solo necesita un poco. - ¿Hibernar o no hibernar?
Esa es la cuestión. A todas luces, depende del empleo que se prevea a lo largo del año pero también, y sobre todo, de la situación geográfica del spa. Puede pensarse en una hibernación activa o pasiva, como la de una piscina. Los programadores permiten mantener el agua a baja temperatura con un mantenimiento mínimo para ponerlo en marcha con toda rapidez, frente a una hibernación total que puede implicar numerosas sorpresas si no se efectúa correctamente. - Advertir sobre la importancia del tratamiento
La información sobre la desinfección del agua del spa es un paso obligatorio, incluso cuando los propietarios ya tienen una piscina.
