Isaba  presentó el juego River Sense en la Feria TECNOVA PISCINAS que se celebró en Madrid del 28 de febrero al 3 de marzo. Fue designado  finalista al premio a la innovación.


Isaba, compañía valenciana con más de 30 años de experiencia en los sectores del ocio infantil, hotelero y de instituciones públicas, diseña y gestiona todo tipo de proyectos de ocio acuático e infantil relacionados con actividades lúdicas, en las que se crea un vínculo entre el actividad física, la vida cotidiana y el contacto con el medio ambiente. La actividad de la compañía apuesta por la creación de nuevas zonas urbanas de juegos, así como por la reconversión de los espacios públicos existentes, ofreciendo un servicio social a la ciudadanía.


Durante la Feria de Tecnología e Innovación para Instalaciones Acuáticas (Tecnova) de Madrid, Isaba lanzó al mercado una nueva solución para el segmento de 0-4 años de edad. Bajo la denominación de River Sense, este nuevo juego, que tiene el agua como elemento protagonista, permite a los niños interactuar con esta y su movimiento, lo que ayuda a fomentar el desarrollo de sus habilidades psicomotrices y sociales a través de una actividad lúdica.

 

ISABA


Una estructura modular completamente personalizable y de fácil instalación


River Sense está formado por un elemento central que genera un efecto de caída de agua y que se distribuye a su vez en cuatro ríos. A lo largo de los diversos recorridos que se generan por el flujo del agua, los usuarios pueden interactuar con el juego y el agua a través de diferentes elementos de manipulación como compuertas, molinillo de agua, norias o desniveles lúdicos.


Todos los elementos que forman parte de River Sense se pueden personalizar a través de la inclusión de diferentes módulos y elementos auxiliares como molinillos y norias, que se incorporan a cada propuesta para crear la solución más adecuada para cada proyecto. Además, se utiliza un sistema de calidad de agua estándar y de bajo consumo, lo que la convierte en una alternativa mucho más eficiente y segura que la piscina de chapoteo.


Una de las principales ventajas que aporta, es que permite ampliar el rango de clientes procedentes de nuevos sectores del mercado. “Esto implica que nuestros clientes pueden empezar a plantearse el hecho de contar con una propuesta de ocio acuático en su propio espacio sin necesidad de llevar a cabo una gran obra y con una instalación sin complejidades, ya que para ello no se requiere movimiento de tierras ni construcción, como ocurriría en el caso de una instalación Splashpark (zona de juegos acuáticos dinámica y sin lámina de agua) o de una piscina tradicional. De esta forma, más allá de los clientes directos como complejos turísticos, centros deportivos o plazas y jardines públicos, es más fácil que centros residenciales, instituciones educativas o locales del sector de la hostelería decidan dar el paso e invertir en un juego de carácter innovador para el disfrute de los más pequeños de la familia”, explica Javier Salvador, responsable de marketing de ISABA.