Alrededor del 20% de todas las piscinas nuevas construidas en Europa vienen provistas con los llamados sistemas de desinfección alternativos. La mayoría de ellos son instalaciones de electrolitos, un sencillo y efectivo método de fabricar cloro y crear un agua de piscina clara y limpia.

Entre sus desventajas, hay que constatar que esta agua salada tiene un efecto muy agresivo sobre las piezas instaladas y el intercambiador de calor, por ejemplo. La empresa Pahlén AB ha invertido muchos años en experiencia y desarrollo tecnológico para conseguir productos que sean resistentes al efecto negativo del agua salada.

Los intercambiadores de Pahlén están fabricados completamente en titanio o de una combinación de titanio y plástico y resisten cualquier tipo de carga. Los vendedores interesados podrán visitar el stand de Pahlén en la feria Internad en Sttutgart (pabellón 4, stand 4C74) donde el equipo de Pahlén le explicará todas las ventajas de los intercambiadores de calor suecos.